Selenio y Hashimoto, la necesidad de reducir los anticuerpos

Hashimoto es una enfermedad autoinmune que causa la destrucción de la tiroides. Es la más habitual de las causas de hipotiroidismo cuya baja producción de hormonas tiroideas ralentiza el metabolismo en todos los aspectos. Solo midiendo TSH y T4, podemos obtener un diagnostico de hipotiroidismo, pero desconocemos su causa.

Como toda enfermedad autoinmune se diagnostica midiendo el nivel de anticuerpos presentes en sangre en este caso serían: TPOAb y TgAb. Los anticuerpos TPO son IgG, IgG1 y IgG4 y se cree pueden ser importantes en el origen y desarrollo del daño a la tiroides.

Los anticuerpos son proteínas secretadas por las células B del plasma, después de que reconozcan antígenos, propios o extraños, y actúen atacándolos o poniendo en funcionamiento mecanismos del sistema inmune. Mientras exista un nivel elevado de anticuerpos se mantendrá la destrucción de la tiroides, independientemente de los valores de TSH y T4.

El desarrollo de la enfermedad depende, como es lógico, de diferentes factores tanto genéticos (HLA: DR3 y DR5) como ambientales infecciones víricasnivel de vitamina D, consumo de yodo, nivel de hierro y nivel de Selenio.

Selenio y tiroides: inseparables

La mayor concentración de selenio en el organismo se encuentra en la tiroides, y sus niveles permanecen relativamente estables a pesar de que exista un déficit dietético significante que sí afecta a otros órganos.(1)

En la glándula el selenio ayuda a mantener el equilibrio protegiendo sus células del estrés oxidativo, toxinas y también de un exceso de yodo en la dieta ..etc. (2) También es esencial en la conversión de T4 a T3.

Suplementación de selenio y reducción de anticuerpos 

Diversos son los estudios que han estudiado el selenio, en personas con o sin medicación y con diferentes tipos de selenio, algo que puede hacer complicado comparar sus resultados.

2002: 70 mujeres que tomaban tiroxina con TSH en rango, diagnosticadas con Hashimoto y con niveles altos de TPOAb y/o TgAb se dividen en 2 grupos al primero se le da 200µg de selenio (sodium selenite) al otro grupo un placebo. A los 3 meses los niveles de anticuerpos habían bajado en el primer grupo un 63.6% (p = 0.013) mejorando sus síntomas y calidad de vida mientras permanecieron igual en el grupo placebo. (Gärtner et al., 2002).

2003: Con esos resultados decidieron alargar 6 meses más el estudio con 47 mujeres del primero. 13 continuaron suplementando 200µg de selenio. 9 dejaron de suplementar, 14 que en el primer estudio habían tomado placebo empezaron a tomarlo, y 11 siguieron tomando placebo. Los niveles de anticuerpos en las mujeres del primer grupo siguieron bajando (p = 0.004). Las que dejaron de suplementar vieron como sus niveles subían (p = 0.017). En el grupo que seguía tomando placebo se mantuvieron y en el grupo que antes tomaba placebo y ahora tomaba selenio los niveles se redujeron (p = 0.029) (Gärtner and Gasnier, 2003).

2003: Este estudio se realizó en Grecia en una zona donde no había carencias de selenio en sus suelos.65 personas con Hashimoto de las que 56 eran mujeres se dividieron en 2 grupos. 34 tomaron tiroxina y 200µg de Selenio (selenomethionine) las restantes 31 tomaron tiroxina más placebo. A los 3 meses en el primer grupo los niveles habían descendido un 46% (p < 0.0001) y un 55% (p < 0.05) a los 6 meses sintiéndose mucho mejor que el grupo que solo tomaba tiroxina que a los 3 meses bajó un 21% y hasta un 27% a los 6 meses. En ninguno de los grupos los anticuerpos TgAb se modificaron. (Duntas et al., 2003).

2006: 88 mujeres con Hashimoto, anticuerpos (TPOAb) y medicadas con tiroxina participaron en un estudio más largo, 9 meses y con diferentes dosis (200/100 µg por día) de selenio (L-selenomethionine). Durante 3 meses, en un grupo de 48 que tenían mayor cantidad de anticuerpos recibieron 200µg de selenio y el resto placebo. En una segunda parte la mitad de las tratadas con selenio bajaron la dosis a 100µg. El resultado dejó claro que es necesario una dosis mayor de 100µg para que los anticuerpos se mantengan bajos. (Turker et al., 2006).

2007: 80 mujeres con Hashimoto y una TSH por debajo de 2, mantenida con o sin tiroxina, tomaron 200 µg de selenio durante 6 meses, al finalizar este período 40 pararon con la suplementación y 40 siguieron hasta los 12 meses. Al final de los 3 meses todo el grupo tenía de media un 21% menos de anticuerpos TPOAb. Bajando un 8% más en los 6 meses siguientes, mientras que repuntaron un 4.8% en el grupo que dejó de suplementar. Los valores de TgAb se mantuvieron igual en ambos grupos. (Mazokopakis et al., 2007)

2010: 76 personas recientemente diagnosticadas con Hashimoto, niveles normales de T4 y TSH ligeramente elevada pero sin tomar tiroxina suplementaron selenio durante 12 meses. Se dividieron en 2 grupos, uno sin tratamiento y el otro tomando 80 µg de selenio (sodium selenite) a los 6 meses no había cambios en anticuerpos TPOAb o TgAb, pero bajaron un 30 y 19% al cabo de 12 meses sin cambios en el grupo sin tratamiento. (Nacamulli et al., 2010)

Otros estudios no obtuvieron resultados positivos.

2008: Suplementación durante 3 meses en 36 personas con 200 µg/día de selenio (sodium selenite), no consiguió una bajada significativa de anticuerpos. ¿Poca duración del estudio quizás? (Karanikas et al., 2008).

2009: A un grupo de 253 ancianos divididos en 2 grupos se les suministró a 126 de ellos con 100 μg de un compuesto de levadura ligada a selenio, los resultados al final de 12 meses fueron que a pesar que el selenio subió en sangre no obtuvieron una reducción significativa en los niveles de TPO o TgAb e incluso subió el nivel de TgAb. Poca cantidad y distinta formula (Kvicala et al., 2009).

Primeros estudios con niños (2 años) y adolescentes (12 años)

2010: 49 recién diagnosticados con hipotiroidismo y Hashimoto se dividieron en 3 grupos, 18 se trataron solo con tiroxina, 13 con tiroxina y 100 µg selenio (sodium selenite) y los 18 restantes con 200 µg y tiroxina. A los 12 meses los grupos primero y tercero bajaron sus anticuerpos Tg Ab pero no el segundo. En este estudio había personas que no tenían anticuerpos Tpo con lo que los resultados no son del todo malos (Bonfig et al., 2010).

2012: 23 personas tratadas con 50 µg de selenio por 3 meses. Con esa dosis no hubo cambios, como era esperable (Onal et al., 2012).

2013: 61 mujeres con un TSH entre 0.5 y 5mU/L con un nivel de anticuerpos por encima de 100kU/L se dividieron en 2 grupos a 30 se les dio 200 µg de selenio (sodium selenite) y al resto un placebo a los 6 meses sin resultados en la reducción de anticuerpos (Eskes et al., 2013).

Conclusiones
– Suplementar menos de 200µg de selenio al día no es efectivo.
-Se necesita un mínimo de 3 meses para ver resultados positivos
-La forma más óptima de selenio es la seleniometionina, puede ser debido a que tiene mayor tasa de absorción
-Los anticuerpos bajan antes cuando más reciente sea el diagnóstico de Hashimoto, en enfermedades de largo recorrido (ancianos) la suplementación a veces no es efectiva. En niños su progresión (igual que sucede con la diabetes tipo 1) es más rápida y agresiva.
-No hay estudios con duración superior a 12 meses.
-En varios estudios miden el yodo pero no el nivel de selenio o viceversa. En Hashimoto el yodo con deficiencia de selenio es dañina y se cree una de las causas de su rápido desarrollo. Si existe diagnostico de Hashimoto no es conveniente tomar sal yodada o algas
– En ningún estudio se ha medido el nivel de vitamina D a pesar de ser conocido su rol en enfermedades autoinmunes.
-Es necesario mantener la TSH en un nivel normal <3.0mU/L para un mejor funcionamiento del metabolismo.

¿Suplementar o no suplementar?

Lo cierto es que tomando una cantidad moderada de nueces de Brasil, vísceras de cordero o pavo, marisco o clara de huevo es fácilmente alcanzable tomar más de 200mcg al día, la cuestión es si ese selenio se absorberá ya que sus deficiencias habitualmente se asocian a defectos en su absorción. O si la cantidad en la dieta será suficiente para personas que están sufriendo el curso de una enfermedad autoinmune.

Existe evidencia epidemiológica entre elevados niveles de selenio en la dieta y el incremento de riesgo de padecer diabetes tipo 2 (debo recordar que la epidemiología no demuestra causa efecto) (ver)

Poco estudiada está la relación más que cercana entre la enfermedad celíaca y la enfermedad de Hashimoto (ver) En ninguno de los estudios se recomienda una dieta sin gluten para evitar la permeabilidad intestinal y reducir los anticuerpos, aunque sí se haya comprobado en la práctica clínica (6)

 

Referencias:
1.-Holben and Smith, 1999
2.-Selenium and thyroid autoimmunity
3.- Selenium and the thyroid gland: more good news for clinicians.
4.-The chronic autoimmune thyroiditis quality of life selenium trial
5.- Selenium- What’s that? What’s it good for?
6.- Hashimotos Thyroiditis and Selenium Part One.Dr. Dach MD
7
.- Selenium: Chemistry, Analysis, Function and Effects