Dos medicamentos que se admnistran por vía tópica indicados para el tratamiento de problemas de la piel podrían tener un efecto oculto: enseñar a las células madre del cerebro a revertir el daño causado por la esclerosis múltiple. Lo asegura en «Nature» un equipo de la Universidad Case Western Reserve (EE.UU.), que trabaja con un complejo sistema para identificar aquellos fármacos que podrían activar las células de ratón y de tronco cerebral humano en el laboratorio. Los dos fármacos más potentes, uno indicado para el pie de atleta y el otro para el eczema, demostraron ser capaces de estimular la regeneración de las células cerebrales dañadas y revertir la parálisis cuando se administraba sistemáticamente a los modelos animales de esclerosis múltiple.
«Sabemos que existen células madre en el sistema nervioso adulto que son capaces de reparar los daños causados por la esclerosis múltiple, pero hasta ahora, no teníamos manera actuar sobre ellas», explica Paul Tesar, de Innovative Therapeutics y profesor de la Escuela Case Western Reserve. Su trabajo, añade, ha consistido en encontrar medicamentos que podrían «catalizar» las células madre del propio cuerpo para «reemplazar» las células perdidas en la esclerosis múltiple.
Los hallazgos podrían suponer uno de los avances más prometedores para tratar a los millones de personas en todo el mundo que sufren esclerosis múltiple, un trastorno neurológico crónico más común entre los adultos jóvenes que se produce por la destrucción mediada por las células inmunes aberrantes de la capa protectora de las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal, llamada mielina. Sin mielina, las señales neuronales no pueden transmitirse adecuadamente a lo largo de los nervios; con el tiempo, la capacidad del paciente para caminar, sostener una taza o incluso ver termina inexorablemente erosionada.
Nuevo enfoque
Las terapias actuales tienen como objetivo retrasar la destrucción de la mielina, pero este nuevo enfoque se basa en crear nueva mielina en el sistema nervioso. Su trabajo podría ser muy prometedor para desarrollar terapias que reviertan la discapacidad causada por la esclerosis múltiple o trastornos neurológicos similares.
Hasta ahora, la mayoría de las aproximaciones para reemplazar células dañadas se ha centrado en el trasplante directo de los tejidos derivados de células madre y es más que probable que proporcione un beneficio en el futuro, señala Tesar. «Pero nosotros hemos buscado una aproximación a más corto plazo y menos invasiva. Nuestro objetivo final era mejorar la capacidad del cuerpo para autorrepararse».
Los investigadores han ideado un proceso único para fabricar grandes cantidades de un tipo especial de células madre -células progenitoras de oligodendrocitos (OPC )-, que normalmente se encuentran en el cerebro adulto y la médula espinal, y por lo tanto inaccesibles para su estudio. Pero una vez que vieron que podían producir miles de millones de OPC con relativa facilidad, empezaron a probar diferentes fármacos existentes para determinar cuáles eran más eficaces a la hora de formar células ‘mielinizadoras’.
Esto representa un verdadero cambio de paradigma en la forma en la que podemos restaurar la función en los pacientes con esclerosis múltiple
En total evaluaron los efectos de 727 medicamentos ya aprobados en pacientes. Y vieron que los más prometedores eran miconazol (agente para los hongos) y clobetasol (esteroide). Las pruebas revelaron que tenían la capacidad de estimular los OPC para formar nuevas células ‘mielinizadoras’. Y cuando se administró por vía sistémica a ratones modelo de esclerosis múltiple, ambos productos promovieron que los OPC nativos produjeran nueva mielina. Sorprendentemente, indica Robert Miller, los medicamentos eran capaces de mejorar la capacidad de regeneración de las células madre en el sistema nervioso adulto. «Esto representa un verdadero cambio de paradigma en la forma en la que podemos restaurar la función en los pacientes con esclerosis múltiple».
Superada la investigación en animales, los investigadores probaron los fármacos en las células madre humanas y vieron que provocaba una respuesta similar a la que se observaba en las células de ratón.
Sin embargo, antes de que su idea beneficie a los pacientes con esclerosis múltiple, todavía hay que encontrar formas para transformar los medicamentos tópicos para uso en los pacientes y determinar su eficacia a largo plazo y sus efectos potenciales secundarios potenciales.