Uso del dronabinol (delta-9-THC) en el autismo: estudio prospectivo de un caso de autismo infantil precoz

Os dejo este documento científico sobre el aceite de cannabis y las bondades del dronabinol.

Fuente: https://www.cannabis-med.org

PDF Dronabinol

El tetrahidrocannabinol (THC), también conocido como delta-9-tetrahidrocannabinol (Δ9-THC), es el principal constituyente psicoactivo del cannabis. Lo aislaron por primera vez en 1964 Yechiel Gaoni y Raphael Mechoulam, del Instituto Weizmann de Ciencias, en Rejovot, Israel.3 4 5 En estado puro, es un sólido vítreo a bajas temperaturas, y se torna viscoso y pegajoso al calentarlo. El THC es poco soluble en agua, pero se disuelve fácilmente en la mayoría de disolventes orgánicos, específicamente lípidos y alcoholes.

Como la mayoría de los metabolitos secundarios farmacológicamente activos de las plantas, se cree que el THC de la cannabis está involucrado en el mecanismo de autodefensa de la planta, tal vez contra herbívoros,6 pero por ahora aún se desconoce. El THC también posee altas propiedades de absorción de UV-B (280–315 nm); se ha especulado que podría proteger a la planta de la exposición nociva de la radiación UV

Sus efectos farmacológicos son el resultado de su vinculación con los receptores específicos de cannabinol, situados en el cerebro y en todo el cuerpo.[cita requerida] Dado que el cuerpo no produce naturalmente cannabinoides, los investigadores comenzaron por averiguar cuál es la sustancia natural que se enlaza con estos receptores, lo que llevó al descubrimiento de la anandamida y de otras sustancias implicadas en este proceso.

Probablemente sea su afinidad con las sustancias lipofílicas lo que haga que el THC se adhiera a la membrana de las células (principalmente neuronales).

Existe, por lo menos, un informe de niños autistas que han experimentado un alivio más importante de los síntomas cuando se utilizan el THC y el CBD juntos. A partir de los informes existentes, los niños que parecen beneficiarse de las proporciones de THC más altas son los que sufren epilepsia y TEA. También hay un estudio de caso de un niño autista de seis años de edad, cuyos síntomas mejoraron, notablemente, al recibir tratamiento con dronabinol, el análogo sintético del THC.

Es importante destacar que estos resultados son anecdóticos, no confirmados por pruebas empíricas rigurosas que garanticen que ningún otro factor sea responsable del efecto aparente y, por lo tanto, no es suficiente para que la mayoría de los médicos se sientan cómodos recomendando a los niños productos a base de cannabis medicinal con un alto contenido en THC, sobre todo cuando persiste la preocupación sobre el efecto del THC en el cerebro en desarrollo. Además, los diferentes tipos de autismo pueden responder de manera diferente a la administración de THC, y es necesario seguir investigando para determinar exactamente cuáles podrían ser esas respuestas.