Ekinflu · Forza Vitale · 50 ml

En la monografía de la Comisión Europea (1989) se ha precisado que las preparaciones a base de equinacea, por suministración oral, tienen actividad inmuno-biológica. Se sostiene, en efecto, que su espectro de acción se determine por un aumento de las defensas endógenas, tramite estimulación específica del sistema inmunitario, en particular mediante la activación de la fagocitosis y la estimulación de los broblastos. Con referencia a la actividad inmuno-estimuladora, la equinacea tiene la capacidad de potenciar las funciones de las células natural killer y la cito-toxicidad anticuerpo-dependiente de las células mononucleadas de la sangre periférica.
Los primeros trabajos farmacológicos, publicados en 1958 sobre el harpagofito se deben al profesor Zorn del Instituto Friedrich-Schiller de Viena; el cual notó una neta disminución de la inflamación articular en el edema inducido. La propiedad de la planta se debe ciertamente al entero espectro fitoquímico de sus extractos aun siendo el harpagosido, el principal de los ingredientes activos de acción analgésica y espasmolítica.
De la mirra, una fracción sesquiterpénica muestra actividad anestésica local y antibacteriana in Vitro sobre Esqueriquia coli, Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa, Cándida albicans. La mirra es astringente, antimicróbica y estimula la granulación tisutal.
El aceite esencial de orégano es un buen remedio para la cura de las afecciones de las vías respiratorias caracterizadas por la presencia de mucosidades y catarro. Sus vapores presentan una fuerte actividad descongestionante y bactericida frente a muchas tipologías de microorganismos, causa de inflamaciones de las vías aéreas. De ello deriva que este aceite esencial puede ser utilizado para tratamientos de: resfriado, tos, catarro bronquial y todas las afecciones obstruyendo de las vías respiratorias.
Considerando las elevadas capacidades antimicróbicas frente algunas enterobacterias, hongos y parásitos, el aceite esencial de tomillo encuentra aplicación en el tratamiento de diversas formas de alteraciones de la flora intestinal.
El aceite esencial de ajedrea constituye un eficaz presidio en el tratamiento de distintas afecciones de las vías respiratorias. En efectos, los principios activos contenidos en este extracto vegetal han demostrado, también experimentalmente, una fuerte actividad bactericida especialmente de cara a algunas tipologías de bacterias y virus, capaces de desencadenar inflamaciones de las vías respiratorias y de los pulmones. Por consiguiente, este aceite esencial es útil para: rinofaringitis, laringitis, bronquitis y pulmonías.
La ajedrea, también tiene propiedades antivirales específicas recomendables en el tratamiento de infecciones como gripe y resfriado.
Ingredientes:
Alcohol, Agua, Equinacea (Equinacea angustifolia) raíz, Harpagofito (Harpagophytum procumbens) raíz, Mirra (Commiphora molmol) resina, aceites esenciales de Tomillo (Thymus vulgaris), Orégano (Origanum vulgare) e Ajedrea (Satureja montana); miel; mezcla de aromas naturales.

Ingredientes activos por dosis diaria (2 ml):
0,180 gramos de equinacea.
0,160 gramos de harpagofito.
0,060 gramos de mirra.
0,02 ml de aceite esencial de tomillo.
0,02 ml de aceite esencial de orégano.
0,02 ml de aceite esencial de ajedrea.
Modo de empleo:
Adultos: Tomar 25 gotas diluidas en agua tres veces al día.

Niños hasta 12 años: Tomar 10 gotas diluidas en agua tres veces al día.